sábado, 22 de enero de 2011

Exposición.

Ahí estaba la mujer que alguna vez amó. El museo estaba espeso y los FLASH le daban en el cuerpo, la gente caminaba al rededor de ella, comentaban, escribían, la abandonaban y le apagaban las luces. Sola, sin esperanza, sin hijos, huérfana, destrozada, pasando frío, con las pupilas mugrientas y los dedos hinchados. Sin recuerdos. Abandonada a la humanidad.