El sol en el pavimento es amarillo y la sombras cercanas tienen un bajo olor a… ¿Cómo se llama?... si… esperanza.
Me sonríe y dice que no irá a su casa, que quiere dar un paseo. Su cabello juega con mi oxígeno y su estado me anima a correr junto a ella. Correr, hace tanto tiempo que tengo ganas de volar con los zapatos en tierra.
La tomo de la mano, sin temor ya. A nada, a nada. Ya no tengo miedo de hacerle daño, el sonido de nuestro sudor nos sonríe más. Le tengo confianza en este momento. Me tiene confianza en este momento. Honestidad impetuosa, Gastémonos hoy, y nada más. Nada más.