sábado, 6 de septiembre de 2008

Si.

No soy de enojarme con facilidad pero termine por pudrirme en intolerancia total. Abandoné por completo mi serenidad y mi juicio estúpido e inservible. Golpee a los que pude, patee a los más cercanos, los odie y grite como no lo hacía desde hace mucho tiempo, me importó un pimiento el cochino futuro, me importo una mierda las estúpidas consecuencias, era momento de disfrutar la violencia, la total honestidad y los placeres de la explosión interna. La energía se intimidó al principio pero una vez que el conocimiento me dejó en paz pude por fin embriagarme de lo que llaman injustamente, maldad. Ahora supuestamente herido, espero con ansias la próxima gota que colmará el vaso de mi carácter.

2 comentarios:

maría manzanilla dijo...

He escuchado tantas veces esa frase 'no soy de enojarme con facilidad', y todas sus variantes. Lo gracioso es que yo también la uso y cabe admitir que soy un fósforo andante. Vale arrepentirse por el desastre armado, pero a que no es delicioso el desfogue .

pelicanopitekus dijo...

Pasto seco...