viernes, 30 de enero de 2009

No escupir.

Me levanté por la mañana y vi mi taza con café en la mesa. Ella no estaba. Ahora no se si le echó azúcar o no.

viernes, 23 de enero de 2009

Inyección de "vida"

- ¿Qué pasa con María eh?
- A que te refieres.
- … Está tranquila.
- Ah si… no se, creo que está tomando sus pastillas.
- Pero ¿unas pastillas pueden cambiarla tanto?
- Claro…
- Ahora saluda, pide por favor, da explicaciones, incluso si está irritada prefiere no hablar.
- Jaja, prefiere no hablar…
- Pobre María. Lo que sea que estén haciendo con ella…
- Ya cállate, que más quieres. Ya no intentará golpearte.
- Ah cállate tú.

Dos horas.

Tenemos setenta años y nuestros ojos ya no se observan igual. Comemos en la cocina, el comedor es para las familias grandes. Tenemos una cama cinco veces más amplia que la que compramos cuando nos casamos. Es verano… y nos mantiene frescos. Ella con las macetas, yo con los mismos libros… aún podemos besarnos. Salgo temprano a visitar a la viuda de mi hijo, Yolanda me llama y me invita a ver una película en la casa, canal 41, en dos horas, ella ya la vio.

Llego sin arco iris, con mucho calor, esperando por hielo. Cenamos juntos, cenamos poco. Hay ensalada y mucho arroz… su sazón ya no es tan buena como antes, pero a ella le encanta. Me hace sonreír bastante. Por fin, me calla y dice que la película empezará. Nos quedamos estáticos esperando no perdernos nada de la trama. Y luego tengo mucho sueño y pienso en las mujeres con las que la engañe… por las que ella se hizo fuerte. Yolanda simula toser, simula acomodarse en el sillón, simula sorprenderse para despertarme… no quiere que me pierda la película. La abrazo. Y esperamos.

jueves, 22 de enero de 2009

Ultra.

Si estás muy cuerdo, preocúpate por las películas de suspenso. Si estás muy loco, preocúpate por las películas musicales. Si estás enamorado, preocúpate por las de terror. Siempre hay alguien bajo tu cama, incluso si la aspiradora estuvo de tu parte hoy.

Re cinquito.

Samuel llegó a Maltimó para encontrarse con su hermano, estaba contento de que siguiera con vida. Le dieron trabajo y alimento; vivió en paz por tres meses. Luego la ciudad de Maltimó fue violada y arrasada por el ejército del norte. Samuel y su hermano Yalí fueron a refugiarse a “Parm” para luego trabajar en negocios sucios por dos años y medio. Yalí murió. Samuel ingresó a una fábrica de humanos, nunca los había visto; los usaban para operar las maquinarias pesadas, arreglar armas o simplemente de conejillos de India. Veinte horas diarias hasta que finalmente cuando morían exhaustos por el trabajo se los desechaba. Sin embargo en los últimos años se descubrió que podían “revivirlos” temporalmente y esto les ahorraba mucho capital de “fabricación”. El trabajo de Samuel consistía en llevar a los humanos muertos a M.K.F. (la “revividora”), cuando no había humanos muertos en la fábrica, los buscaba entre los inmensos basurales bajo la ciudad.

Un día, entre los basurales, encontró a una niña llorando y abrazando a un pequeño humano. Cuando Samuel preguntó, ella dijo “era mi amigo”.

sábado, 17 de enero de 2009

En los jardines de tu mundo.

Me gusta caminar contigo por estos parques, me hace sentir que aún estamos tan unidos como cuando. “¿No sientes frío?” No, tú abrígate. “Creo que lloraré hoy de nuevo… siempre que sonrío por mucho tiempo… tengo que llorar en la noche” Y eso por qué. “No lo se, simplemente lo hago” ¿Estamos cerca? Dime que no estamos cerca. “Faltan dos cuadras.” Podríamos perdernos como cuando. “Me encantaría… pero ya es tarde” No es tarde… “Pero sabemos que…” (Y se acabó el momento. Simplemente despertamos en camas distintas, a kilómetros de “nosotros”)

viernes, 16 de enero de 2009

Pecho a pechos.

El cheque sin fondos dio a parar a la mesa de la cocina. Le puse mantequilla al café y taza al individual. No he podido dormir por culpa de tu llanto fúnebre y me pegunto si ya es hora de colgarte el teléfono en las orejas. Estás custodiada, estás refrigerada. Me duele la cabeza al sentir el perfume que usaste hace un minuto, te imagino colocándome una bolsa en la cara y dejo de quererte luego.

jueves, 15 de enero de 2009

Dolía.

… sanador, recibe el milagro “recibo el milagro” Aleluya Mónica te declaro sana en el nombre de Jesús. Ven, párate al frente, ya estás sana. Tenías dolor en la columna… “me dolía” y ahora dónde está el dolor “no tengo dolor…” Quién te sanó “Jesús” Un aplauso y un abrazo para Mónica, aleluya, denle gracias al señor. Ja, ja.

domingo, 11 de enero de 2009

El cajón de los cubiertos.

Cansado de buscar se detuvo en el pequeño pasadizo y se dejó caer lentamente en el suelo helado. Cómo había podido perder su número telefónico. Se suponía que ella era muy importante para él “¿verdad?” Quizá si la buscaba en Internet… quizá en el MSN. No encontraba palabras bonitas en su mente… aún así, se conectó. “Entra…” esperó por una hora y al fin apareció. “Quién es este…” ella estaba abrazada de un sujeto de amarillo, su sonrisa era amplia. Se limpió el sudor de la frente y apagó la pantalla de su vieja computadora.
“El cajón de los cubiertos…” Se acordó que no había buscado el papel con el número telefónico en el cajón de los cubiertos.

Una pesadilla adelantada.

Pensaba que el arrepentimiento sería una fábula en mí. Lo permití, y ahora todo está fuera de control. El planeta arde en llamas, las peores pesadillas deambulan por las calles con normalidad. Escalofriante, espeluznante. El terror. Mis recuerdos están putrefactos, mis pensamientos fuera de órbita. La piel se escarapela, las irresistibles ganas de vomitar, los rostros empalidecen, las extremidades se adormecen, el frío está en ti. Es tan horrible todo que si en estos momentos muero no me lo perdonaría yo mismo, nunca.

viernes, 9 de enero de 2009

La mente de Mario.

Cómo me encontraron… ninguno de mis hijos sabía sobre mi paradero. Ninguno era tan hábil como para poder ayudarlos “¿No confía en sus genios?” Sé que son maravillosos, pero podían ser un gran peligro, es por eso que no dije nada. Ni si quiera yo podía enterarme de la ubicación de mi refugio, ellos podrían leerme. “Cree más en sus hombres que en sus propios hijos…” Ya le dije… no puedo controlarlos… son… “Y Mario…” Bueno… Mario no podría encontrarme aunque le diera un mapa… “Usted subestima a su primogénito”…Qué quiere decir. “Mario… habla cuando duerme ¿sabe? Fue por él que supimos donde buscarlo… Señor… Mario lo encontró entre sueños.”

miércoles, 7 de enero de 2009

Y me cerró la puerta.

Has pasado los límites. Lo has logrado, estás completamente solo. Felicitaciones.

Tú eres…

Fue rápido. No la reconocí, ella estaba un poco alterada por eso, creo. Luego la reconocí… sí, creo que la reconocí. Es la segunda vez que me hace esto. Me agarra de improviso y tardo un poco en darle crédito a mis sueños. Dudo, quién no. No se cómo aparece de pronto y me asesina. No se qué quiere que le conteste, la próxima vez intentaré escapar.

sábado, 3 de enero de 2009

No pido disculpas.

Esperó por muchos años, y el ocaso de la vida se dejó ver. Esperar, esperar… pero, parece que no llegará. Siempre se dijo “bueno, y qué si nunca llega” ¿Y qué? Estaba sola, desabrigada dentro de las sábanas de su cama, observando al televisor encendido… limpia, con el cabello arreglado, con las uñas pintadas para quién… para quién…