viernes, 31 de octubre de 2008

Cierra las cortinas, estoy afuera.

En realidad no quise hacerte daño. Bueno, está bien, me importó un pimiento las consecuencias. Actué como un estúpido, un impulsivo, aja, creía que no estaba mal lo que hacía. Una sola vida. Pido disculpas aunque se que no me las darás, no tratarás de olvidar que detestas esta situación, que no pudiste aguantar las lágrimas, que degollé tu ego. No pienso recuperar la comunicación, no soportaría caminar junto a ti fingiendo que todo quedó atrás, que estuvimos tan unidos, que lastimosamente me escapé del enamoramiento. Prefiero verte ocasionalmente de lejos y no pensar en ti. Me gustaría enterarme algún día que me perdonaste, que no sientes rencor. Quizá ese día me sienta muy mal por lo que te hice.

jueves, 30 de octubre de 2008

Ventana.

Si la noche te alumbra entre las tinieblas malditas, camina y siente el perfume lunar. Baila y revienta de alegría facial, tu vestido es inmune a latidos falsos. Ve y encuentra tus estrellas, ven, camina hacia mí. Podremos ensuciarnos de mucho, podremos ensuciarnos, pero sabremos siempre de que. Hay tanta belleza en esta hora que parpadear no sirve de nada. Hay tanto peligro en potencia, aprovechemos nuestra alegría. Si lloras de felicidad es porque estarás ya enterada que no careceremos de imaginación nunca. He soñado que dormíamos en nuestro teatro favorito, esperando la próxima función. He soñado que, nuevamente, contemplábamos el cielo juntos. Te cuido y te prometo que el miedo no vendrá para ti y podrás saber que hermosa es la madrugada. No pierdas la razón de. Encontraremos un lugar. Espérame aquí, ha acabado la canción, voy a poner nuestro disco.

lunes, 27 de octubre de 2008

En el pastizal. Resumen.

El “demonio de Tantúo” saltaba una cerca de electricidad apagada. Corrió colina abajo en dirección al gran verde. Pronto ya no necesitaba escapar, demorarían en encontrarlo ahí, estaba en su paraíso. Se despojó de camisa y zapatos; se tumbó en el pasto seco y vio un cielo que empezaba a limpiarse de nubes. Sonrió “Lo he conseguido…”

Dos horas antes se atormentaba por Yolanda. Ella era tan silenciosa… tan inquietante, siempre cargando ese costal. “Su cuello… sus piernas…” Sin embargo hija de un idiota racista. Ella se había juntado con un pobre vago de raza negra y su horrible padre no aceptaba la idea. “Maldito seas” se decía que había matado a su hija y lo habían llevado a la cárcel. El pobre demonio caminaba con cólera en sus pasos y con llanto en su frente. Maldiciendo al padre de Yolanda y sin importar que la justicia lo agarre a él también por sus crímenes anteriores, se dirigió a la comandancia. “Probemos la calidad de dolor me pueden proporcionar ustedes.”

Sin embargo, una cuadra antes de llegar vio a Marcela, la puta y hermana de aquel vago negro… el vago del que Yolanda se enamoró. Marcela con rostro enojado llevaba comida y caminaba enojada en dirección contraria a la suya. El demonio no entendió lo que por su mente paso cuando decidió seguirla, cerros muertos, pastizales, silencios… y al final de su muy extenso recorrido por una mugrosa tierra, se dio cuenta de su agria y dulce “suerte”. Ella se paró frente a una cabaña en la que no podría vivir un perro.

Si el demonio quisiera recordar no lo haría con éxito. Supone que asesinó a Marcela y al vago que se escondía en la cabaña. Lo que si recordaría era a Yolanda semidesnuda frente a él, en aquella cabaña… en la que no podría vivir un perro. “Era cierto… estás con vida”, la llamada justicia solo había encontrado indicios de la muerte de su amada, estaba desaparecida, con tres dedos de la mano izquierda amputados por su racista padre. Era toda suya. Esa tarde hizo lo que había deseado hacer desde hace ocho años. Nadie podría tocarla excepto él, nadie podría hacerle daño excepto él. Ella era simplemente especial.

Manchado de la hermosa sangre de su amada, escapó del lugar. Un patrullero destartalado lo vio y unas niñas más allá gritaron al verlo correr. Ahora, en aquél pastizal, verde como su lujuria, aún sonreía al recordarlo todo. Todo…
Bostezó y se estiró. “Qué bella puede ser la vida por momentos.”

domingo, 26 de octubre de 2008

Ahí voy.

La cucaracha empezó a correr por toda la alcantarilla, estaba más despierta que nunca. Las ratas comían, los cocodrilos dormían, los excrementos jugaban. No era tiempo de ponerse a esquivar trampas, saltaba, nadaba, volaba, planeaba, corría. Sin cansarse siguió su camino. A duras penas y escuchando ladridos apareció en la vereda, la calle estaba fría y a sabiendas que la luz de la casa del frente estaba prendida, ingresó. No tardaron en darse cuenta aquellos gigantes, le gritaban en un idioma horripilante. Sentía los temblores de sus pasos siguiéndola, maldiciendo a su enemigo se preguntaba donde la había dejado. Y fue en ese momento en el que se enteró que su cuerpo podía sonar de una manera bellísima y dolorosa. ¿Dónde había dejado a su cría?... Dónde la habría dejado.

miércoles, 22 de octubre de 2008

El parque de los vuelos.

La celda al final del segundo pasillo. “Tienes visita.” Mónica. Visita privada.
Se conocieron en el parque de los vuelos. // ¿Es tu hijo? // Es mi hermano // Cómo te llamas // ¿Te importa? // Claro // Mónica // Ángel // *** // me engañaste… // jaja // y por qué te persiguen // no lo se //… // de verdad no lo se // no importa, besas bien // *** // pssss, Mónica, estoy aquí // qué haces acá // te vine a buscar // para qué, estoy trabajando // ¿hacemos el amor esta noche? //… // Es que mañana seguro que me atrapan // no me importa // cómo de que no // *** // hey, ¿no dijiste que seguro te atrapaban ayer? // Creo que se olvidaron // y entonces // podemos cortejarnos más, ¿bien no? // Supongo // *** ¿Ya se fue el guardia? // Si // cómo me encontraste // Periódico //… // eras un maldito // así dicen // si… // ¿y? // No tenemos mucho tiempo// ***

domingo, 19 de octubre de 2008

Un otoño dormido.

Al llegar al campamento de su amo, la alegre esclava le preguntó qué era lo que él veía en ella. Estaba segura que él también la amaba. “Veo a un mamífero abrigado.”

martes, 14 de octubre de 2008

“Manclenco.”

Parecía que mi mujer rompería la puerta a golpes, que quebraría mi impaciencia con sus espantosos insultos, “no abriré” repetía yo, “no abriré". Sabía que pelear frente a mis hijos no era justo, trataba de recordármelo a cada… …“no lloren mucho…” “no me miren mucho… soy papá… no abriré”. Trabajo si, me embriago si, ¡pero es tu culpa! ¡es tu culpa!¡no abriré!, a la media hora / media hora tsssssss jaja / llegó con su amante, su amante “no abriré”, “no romperán la puerta, ¡un brazo me sobra y me basta!” /para sangrar y despertar en la cantina de Berta /, “no lloren… yo soy papá”, los cerdos solo pararon de chillar cuando enloquecí. A si, desperté y fui golpeado. Escape y fui escupido.

domingo, 12 de octubre de 2008

“Huuuuuuu…”

Supo que había elegido bien al ponerse las zapatillas en la mañana. Se quitó los audífonos y los metió en la mochila, eran las diez de la noche y el tiempo era fresco. Colocó la mochila tras la pared de su ex colegio y se paró en medio de la pista vacía. Las luces de los postes parecían llamarlo, las almas caminantes en aquella calle eran mínimas, el viento estaba en “contra”, fantástico.

El aire ingresó y la mente salió. “A correr…”, hace mucho tiempo que no sentía eso, aumentó su velocidad y su coordinación no le fallaba. El espacio lo armonizaba. Se daba cuenta que podía cerrar los ojos, que era genial, que se sentía protegido, que su corazón ya no le dolía, simplemente se cansaba. Sus pulmones llegaban al climax. Luego, rió y se sentó en la vereda. “¡Viva!”

martes, 7 de octubre de 2008

Desesperación carajo.

No entiendo a mi serenidad.
Si, quisiera planear algo.

F9

Te besaría en los labios pero aún creo en la inmortalidad. Te cogería de la cintura y olería tu cabello para pedirte perdón anticipadamente. Si, me doy cuenta que soy noble y congelado. Vulnerabilidad ¿a la vida? Despreocupación de la codiciada realidad. Cejas estúpidas, saliva confianzuda… pero es que te ves hermosa, no, no quiero explicártelo… Me voy y esperaré a que la carne migre si quiere ¿y tú? Puedes morir ya.

A tu maldita ternura, a mi espantosa debilidad por ti.

domingo, 5 de octubre de 2008

Por esta vez.

Frente a la semi oscuridad se preguntaba si valía la pena dar lo mejor de sí. El pavimento encerado y el trueno naranja que le limpiaban el cuerpo parecían odiarlo esta vez. Solo tenía un escape y no se decidía a usarlo, en las sombras podría haber vida… podría haber vida… y se quedo, ajustó los acordes y apagó el celular. Bienvenido sea a su palacio el no demoníaco. Bienvenido sea el animal.

sábado, 4 de octubre de 2008

Aire.

"Abrió" los ojos y se dio cuenta que no solo estaba vivo, también estaba acompañado...

jueves, 2 de octubre de 2008

Dónde está el príncipe Sásafa.

Entre el sueño y su realidad, Sásafa se despertaba en el campamento de los suyos. Veía a los soldados alistarse, a las mujeres esconder el agua y a los demás…

En un pestañeo estaba en su armadura, en un caballo y el jinete de este, su esposa, le decía “despierta, sostente de mi cintura no se te ocurra caer”

El polvo de la brava tierra se volvía una tupida neblina naranja y todos los caballos avanzaban confundidos y asustados. Sásafa no tuvo tiempo para pensar en que realidad estaba. Cayó, trago tierra, no vio nada y se dio cuenta que sus lágrimas estaban secas. Para mal, no lo encontró nadie.