Frente a la semi oscuridad se preguntaba si valía la pena dar lo mejor de sí. El pavimento encerado y el trueno naranja que le limpiaban el cuerpo parecían odiarlo esta vez. Solo tenía un escape y no se decidía a usarlo, en las sombras podría haber vida… podría haber vida… y se quedo, ajustó los acordes y apagó el celular. Bienvenido sea a su palacio el no demoníaco. Bienvenido sea el animal.
3 comentarios:
¿Hay una continuidad en tu blog?
Hola ...
No se como llegaste a mi blog, peor te agardesco tu comentario! muchas gracias espero seguir leyendote y saber mas de ti.
Me refería entre las entradas.
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