miércoles, 31 de diciembre de 2008
El final de nuestra tierra. Resumen.
No se desprogramaron, no se revelaron, no llegaron a tener conciencia porque sencillamente no fueron programados para “despertar”. Sin embargo… el caos es inminente. Hace tres años fue programado “Lalo”, el primer robot capaz de incluir en su base de datos ideas, pensamientos, arte, música, imaginación, creatividad y emociones estándar listas para ser combinadas entre si. Lalo podía pintar cuadros, hacer música, escribir poemas y era increíblemente original. Fue un avance increíble para los científicos y un desastre para los artistas a los cuales les resultaba difícil admitir que el trabajo de “Lalo” era genial e incluso innovador. “Maldita sea… este robot pinta con pasión… pero…” pero era un robot, un robot que combinaba patrones, variables y parámetros programados en él. Un robot que tenía las fórmulas de la ingeniosidad y creatividad.
Al poco tiempo se creó una serie de robots idénticos a Lalo, con las mismas capacidades incluyendo, esta vez, clases de arte antiguo y moderno. Alimentándolo con música, pintura, baile y cine. Parecía que su ingenio era inagotable, que nunca se les acabarían las “ideas” que no podían dejar de ser originales. Los gobernantes disfrutaban de la destrucción de los artistas humanos. Las ideas hasta el día de hoy no han parado, no ha parado. Los cerebros se exprimen al máximo, pero siempre hay un robot que ya lo ha hecho, ya lo ha pensado y hasta lo ha patentado. Hay cientos de miles de ellos dando conferencias y exponiendo sus trabajos. Nosotros, hemos enloquecido, no sabemos que quemar primero. Nuestras almas, o la tierra. La guerra es inminente.
martes, 30 de diciembre de 2008
El envidioso que se quedaba calvo.
domingo, 28 de diciembre de 2008
En Negativo.
Tú, yo y tú.
Re cuatrito.
Le pido disculpas por el atrevimiento de enviarle una carta desde la ciudad 80, la ciudad de los vertebrados. También le informo que la carta que está leyendo ha sido previamente sellada con su propia contraseña…
Estamos muy agradecidos por la ayuda que ha mandado arriesgando su libertad y mente, ante todo, sepa que no es nuestra intención aprovecharnos ni de su fe en la vida ni de su generosa alma, pretendemos únicamente ayudarlo a ayudarnos…
El informe de los últimos “refugios” y de los transportistas (los de nuestro lado) desaparecidos en trabajo es el siguiente:
sábado, 27 de diciembre de 2008
No pudo.
jueves, 25 de diciembre de 2008
Ahora hay piedad.
¿Te digo algo? Hacer daño sin ti me resulta hasta inmoral, empieza a tener sentido cuando asesino a alguien, empiezo a tener remordimientos, conciencia, pienso. No guardo las navajas, las cambio cada día. Cada día. Uso pañuelos, uso brochas, guantes, silenciadores… soy cuidadoso… qué me está pasando… estoy consumiendo más porquería que antes y lo curioso es que… no puedo trepar y salir de este hoyo… Ya no soy tan útil como antes. Ya no suena el teléfono tres veces a la semana… debes estar hermosa… en donde estés… a donde sea que la muerte te haya llevado. Mi amor, te extraño mucho.
Para Catherine, que se fue y no se a donde.
martes, 23 de diciembre de 2008
Re tresito.
jueves, 18 de diciembre de 2008
martes, 16 de diciembre de 2008
¿Tengo miedo?
147.
lunes, 15 de diciembre de 2008
Morados.
domingo, 14 de diciembre de 2008
Madrugada uno.
Supongo que debe oler mal. El sueño se excita con las desapariciones. La memoria de esta pobre. La memoria de esta pobre me cubre de las lágrimas del planeta. El sudor me tienta. Se desparrama, se pudre. Puedo dormir en tus muslos. No se acerquen, vayan a llenar los costales con más alegría, con más placeres. Mi confesión se aproxima.
sábado, 13 de diciembre de 2008
Joselyn no era una princesa.
viernes, 12 de diciembre de 2008
Re dosito.
Cuando los párpados se desaten.
jueves, 11 de diciembre de 2008
Grabatón.
En el suelo.
** Vamos, ¡que vivan las puertas golpeadas!
martes, 9 de diciembre de 2008
Maquillaje.
Cepillaré tus zapatos, besaré tus collares. Mal maquillada, escandalosa, te ves hermosa. Esta es la casa, nuestra casa. Aléjate de la ventana, nos vigilan. Envidiosos. Escandalosos.
lunes, 8 de diciembre de 2008
domingo, 7 de diciembre de 2008
Fondo.
A ya me voy pues. Deja el resto de tus ojos sobre la mesa, no apagues la luz hasta que me muera. ¡Ey! no apagues la luz hasta que me muera.
sábado, 6 de diciembre de 2008
Vacaciones.
- Creo que nunca había esperado tanto unas vacaciones.
- Las esperarás con más ansias al pasar el tiempo y la vida se haga más sucia.
- Cómo sucia.
- Qué harás ahora.
- Pues… buscaré un pie de manzana. Cómo que sucia.
miércoles, 5 de noviembre de 2008
viernes, 31 de octubre de 2008
Cierra las cortinas, estoy afuera.
jueves, 30 de octubre de 2008
Ventana.
lunes, 27 de octubre de 2008
En el pastizal. Resumen.
Dos horas antes se atormentaba por Yolanda. Ella era tan silenciosa… tan inquietante, siempre cargando ese costal. “Su cuello… sus piernas…” Sin embargo hija de un idiota racista. Ella se había juntado con un pobre vago de raza negra y su horrible padre no aceptaba la idea. “Maldito seas” se decía que había matado a su hija y lo habían llevado a la cárcel. El pobre demonio caminaba con cólera en sus pasos y con llanto en su frente. Maldiciendo al padre de Yolanda y sin importar que la justicia lo agarre a él también por sus crímenes anteriores, se dirigió a la comandancia. “Probemos la calidad de dolor me pueden proporcionar ustedes.”
Sin embargo, una cuadra antes de llegar vio a Marcela, la puta y hermana de aquel vago negro… el vago del que Yolanda se enamoró. Marcela con rostro enojado llevaba comida y caminaba enojada en dirección contraria a la suya. El demonio no entendió lo que por su mente paso cuando decidió seguirla, cerros muertos, pastizales, silencios… y al final de su muy extenso recorrido por una mugrosa tierra, se dio cuenta de su agria y dulce “suerte”. Ella se paró frente a una cabaña en la que no podría vivir un perro.
Si el demonio quisiera recordar no lo haría con éxito. Supone que asesinó a Marcela y al vago que se escondía en la cabaña. Lo que si recordaría era a Yolanda semidesnuda frente a él, en aquella cabaña… en la que no podría vivir un perro. “Era cierto… estás con vida”, la llamada justicia solo había encontrado indicios de la muerte de su amada, estaba desaparecida, con tres dedos de la mano izquierda amputados por su racista padre. Era toda suya. Esa tarde hizo lo que había deseado hacer desde hace ocho años. Nadie podría tocarla excepto él, nadie podría hacerle daño excepto él. Ella era simplemente especial.
Manchado de la hermosa sangre de su amada, escapó del lugar. Un patrullero destartalado lo vio y unas niñas más allá gritaron al verlo correr. Ahora, en aquél pastizal, verde como su lujuria, aún sonreía al recordarlo todo. Todo…
Bostezó y se estiró. “Qué bella puede ser la vida por momentos.”
domingo, 26 de octubre de 2008
Ahí voy.
miércoles, 22 de octubre de 2008
El parque de los vuelos.
Se conocieron en el parque de los vuelos. // ¿Es tu hijo? // Es mi hermano // Cómo te llamas // ¿Te importa? // Claro // Mónica // Ángel // *** // me engañaste… // jaja // y por qué te persiguen // no lo se //… // de verdad no lo se // no importa, besas bien // *** // pssss, Mónica, estoy aquí // qué haces acá // te vine a buscar // para qué, estoy trabajando // ¿hacemos el amor esta noche? //… // Es que mañana seguro que me atrapan // no me importa // cómo de que no // *** // hey, ¿no dijiste que seguro te atrapaban ayer? // Creo que se olvidaron // y entonces // podemos cortejarnos más, ¿bien no? // Supongo // *** ¿Ya se fue el guardia? // Si // cómo me encontraste // Periódico //… // eras un maldito // así dicen // si… // ¿y? // No tenemos mucho tiempo// ***
domingo, 19 de octubre de 2008
Un otoño dormido.
martes, 14 de octubre de 2008
“Manclenco.”
domingo, 12 de octubre de 2008
“Huuuuuuu…”
Supo que había elegido bien al ponerse las zapatillas en la mañana. Se quitó los audífonos y los metió en la mochila, eran las diez de la noche y el tiempo era fresco. Colocó la mochila tras la pared de su ex colegio y se paró en medio de la pista vacía. Las luces de los postes parecían llamarlo, las almas caminantes en aquella calle eran mínimas, el viento estaba en “contra”, fantástico.
El aire ingresó y la mente salió. “A correr…”, hace mucho tiempo que no sentía eso, aumentó su velocidad y su coordinación no le fallaba. El espacio lo armonizaba. Se daba cuenta que podía cerrar los ojos, que era genial, que se sentía protegido, que su corazón ya no le dolía, simplemente se cansaba. Sus pulmones llegaban al climax. Luego, rió y se sentó en la vereda. “¡Viva!”
martes, 7 de octubre de 2008
F9
A tu maldita ternura, a mi espantosa debilidad por ti.
domingo, 5 de octubre de 2008
Por esta vez.
sábado, 4 de octubre de 2008
jueves, 2 de octubre de 2008
Dónde está el príncipe Sásafa.
En un pestañeo estaba en su armadura, en un caballo y el jinete de este, su esposa, le decía “despierta, sostente de mi cintura no se te ocurra caer”
El polvo de la brava tierra se volvía una tupida neblina naranja y todos los caballos avanzaban confundidos y asustados. Sásafa no tuvo tiempo para pensar en que realidad estaba. Cayó, trago tierra, no vio nada y se dio cuenta que sus lágrimas estaban secas. Para mal, no lo encontró nadie.
lunes, 29 de septiembre de 2008
Y mencionó a octubre.
El sol en el pavimento es amarillo y la sombras cercanas tienen un bajo olor a… ¿Cómo se llama?... si… esperanza.
Me sonríe y dice que no irá a su casa, que quiere dar un paseo. Su cabello juega con mi oxígeno y su estado me anima a correr junto a ella. Correr, hace tanto tiempo que tengo ganas de volar con los zapatos en tierra.
La tomo de la mano, sin temor ya. A nada, a nada. Ya no tengo miedo de hacerle daño, el sonido de nuestro sudor nos sonríe más. Le tengo confianza en este momento. Me tiene confianza en este momento. Honestidad impetuosa, Gastémonos hoy, y nada más. Nada más.
miércoles, 24 de septiembre de 2008
En una hora.
martes, 16 de septiembre de 2008
Nuestras supuestas luces.
Sus camas estaban frías y las cortinas estaban cerradas.
Se podían dar las buenas noches quince veces.
Las luces naranjas de los postes impedían la brevedad en sus mentes.
Ilógicamente era un instante bello. Inadecuadamente todo era cierto.
La memoria querida mía, es frágil.
Otra vez.
sábado, 13 de septiembre de 2008
Chau.
miércoles, 10 de septiembre de 2008
¿Cuándo?
lunes, 8 de septiembre de 2008
Coyotes.
sábado, 6 de septiembre de 2008
Año.
Era una difícil situación. Cuando revise su expediente se me vino a la mente lo que me dijo mi madre. “Hasta el hombre más malvado, ama a sus hijos.” La familia en todo caso, era un punto de quiebre en los sentimientos de esos hombres. Sin embargo este… del que todos hablaban, había aprendido desde la adolescencia a odiar a sus parientes. Sus testimonios lo describen como un alma insana. Como un odio nacido de un cariño mentiroso. Este hombre no tenía a nadie. Sin amigos, compañeros, consejeros… ¿Podía realmente alguien vivir de esa manera?, ¿realmente alguien podía estar así de solo? Quizá estaba esperando a una persona… quizá escriba o llame a alguien. Y se, que no debo sentir lástima porque él sabe de nosotros. Él sabe que tenemos amor y eso no es bueno.
Madrugada tres.
Si.
martes, 2 de septiembre de 2008
Nervios de por si.
sábado, 30 de agosto de 2008
El poste de la cabaña.
Suicidio número cuatro.
Pablo portaba un arma sin balas. Lleno de odio caminaba lentamente por la pista intentado ver en la oscuridad. Su vecina, “la perra” como él la llamaba, no tenía un precio para él. “Te pagaré mierda. Que clase de puta eres, muerta de hambre, por qué no quieres trabajar, ¡te pagaré!” Ciertamente había decidido hacerle daño ese día.
“Es un enfermo… un maldito enfermo… lo vi…” Susan ahora intentaba subir al auto viejo. Podía ver como Pablo se acercaba, si corría, seguramente la alcanzaría y nadie estaba cerca. Nadie para auxiliar a una chica “trabajadora.” “Ábrete… ábrete…” Y la vio.
Pablo no tuvo que correr a velocidad, su vecina cojeaba. El arma le hizo una herida en la cabeza y ella cayó al pavimento frío. La noche tomó color en sus ojos. Susan perdió nuevamente la virginidad. Y nosotros nos enteramos recién hace una hora. “Pablo, Susan era una buena chica… tuviste que…” Tenía sida.
jueves, 28 de agosto de 2008
¿Ya basta no? ¿Ya basta no? ¿Ya basta no?
lunes, 25 de agosto de 2008
Testudo.
sábado, 23 de agosto de 2008
Puentes.
Claaaaaaaaro…
Permiso.
viernes, 22 de agosto de 2008
Cuatro número. Lourdes.
martes, 19 de agosto de 2008
Miedo de martes.
lunes, 18 de agosto de 2008
Punchauca.
Está bien, dentro de poco será mañana, debemos enterrarlo, perdimos mucho tiempo con la gallina blanca, usted no debió ir por los huevos. Esta lampa sirve, si señora, no hay necesidad… si… bien usted fíjese que no venga ninguno de esos borrachos de allá. Allá señora. Que no vengan.
Demonios, si que me duele. No ¿está loca? Hable bajo por dios, es temprano pero el cobrador está muy despierto para mi gusto. No podemos bajar aquí, aquí la gente la conoce ¿no?... por si las dudas esperemos un kilómetro más. ¿Todavía me sangra la cara?
Estoy bien, no se preocupe, regrese a su casa, la venda servirá. No es mejor que no haya entrado a ese hotel de porquería… estoy bien aquí. Vaya nomás, no se preocupe. Que no se preocupe señora, en una semana la iré a visitar. Tengo amigos que me recibirán pero no pueden verme con usted. Con cuidado… vaya por la sombra.
Puta madre… esta venda de mierda. Esa señora no sirve ni para vendar. Y ahora este idiota…
Una cursilería bastarda pero ya sabrás pues.
*
Hoy no estuviste presente físicamente. Hace meses que no haces presencia ni si quiera telepática mente. Y creo que habrá tiempo de sobra para que siga preocupándome. Pero no preguntaré por ti. ¿Por qué? Porque no quiero. Aja… por eso. Pero, no te demores. Por favor.
Cardinales aficionados. (puntos)
Alto colega… permítame robarme su micrófono… por favor… ¡largo! ¡Sal o lo golpearé, ahora hablo yo! Señores… el mundo… no. No es bello… claro que no. Tengo cáncer al testículo y mi mujer me confesó que había contraído de su amante… …
Vivo… no se… El mundo es feo… malo… que ustedes rían de vez en cuando no significa nada. ¿Quieren saber que existe y que abunda en realidad aquí? La locura… y a pesar de que crean muchos de que es hermosa. No lo es. Nada más miren a su alrededor. Una vida muere a los ocho meses de nacido, solo porque su madre decidió meterlo en un horno microondas para deshacerse de él. Una organización pedofílica violadora de criaturas menores de cuatro años. Un hombre que dopa a su esposa para luego introducirle una escopeta en la vagina y * Un abuelo que busca los brazos, piernas de sus hijos y sus nietos entre los escombros después de una masacre bélica. Una joven que se arranca la piel porque cree que tiene imperfecciones en el rostro… un drogadicto pervertido que quiere convencer a un público de que el mundo es hermoso… un sidoso con cáncer al huevo que piensa hacerlos volar con dinamita. Así es señores… ahora, recemos, la misa… ha terminado.
- Perdón… es que cuando cago estando estreñido… al limpiarme, no mancho el papel.
- Mmmm… no me lo creo.
Lleno. Pero habían combinaciones mejores.
Sí… y me llene para la cena. Sí… van a querer obligarme…
domingo, 17 de agosto de 2008
Tú eres mi plato.
viernes, 15 de agosto de 2008
¡Detesto ese olor!
Bueno, hoy muy temprano, en la cama aún, escuché la voz de mi madre apresurándome a que me despertara. Pensé que se iría a trabajar y quería que esté despierto… eso era bueno… tenía la casa para mí, y con un poco de suerte ella no regresaría hasta la noche... ...Pero de esto no se trata y no voy a escribir cosas que no vengan al tema. Quiero ser algo breve. (Siempre…)
En fin, con desagrado me enteré que mi padre me había solicitado en su trabajo. Su… trabajo. No soy una persona desagradecida. Por el contrario ***. El pagaba ***. Y yo tenía que ayudarlo. ¿Me desanimaba ayudarlo? Si.
¿Por qué? Era narcotraficante. “uuuu… narcotraficaaaante… uuuuu” Ser narcotraficante en Balaynus era como ser… no se… vendedor de… cereales. Cereales…
Y él tenía un negocio de cereales. Uno casi nuevo. Uno con un solo trabajador.
Lo que tenía que hacer era ir al negocio y… ver. Aja. Ver. Era una de las dos cosas que más odiaba. Ver. Y oler.
Mi padre saldría a entregar unos paquetes. Su trabajador se quedaría a cargo de la venta en el negocio. Y unos tipos iban a preparar la droga… “cocinarla” Mi función ahí era “fácil” (como no…) ver que no se robaran nada.
AJA!. Pum, pam, y pum! Entraron los cocineros, me quede viendo, minutos después, uno se metió un paquete de coca al bolsillo, yo llamé al trabajador de mi viejo para que lo detenga, otro de ellos le disparó en la cara, salí corriendo cobardemente con una pistola sin cargar en la mano, nadie me persiguió, me alejé hasta llegar *** y cuando mi padre llegó… ¡A que se yo que habrá pasado!
jueves, 14 de agosto de 2008
Cuenta.
miércoles, 13 de agosto de 2008
Y dije… mierda…
lunes, 11 de agosto de 2008
eLa.
Tenía las ojeras más grandes que había visto Andrés en toda su vida. Sus pechos le hacían recordar a su joven prima fallecida. Su voz era amigable y aparentemente segura. Su caminada era un espectáculo únicamente para los que ya estaban sometidos a su pequeña telaraña mental. Sí… a Malo le gustaba la música con guitarras eléctricas… podía comer kilos de helado de menta y siempre resultaba ser una gran amiga en tiempos difíciles. Una amiga de verdad. Por eso… Andrés tenía una razón adicional por la cual odiar más a los tiempos difíciles.
Malo parecía estar resfriada… cuando sus oídos no escuchaban música.
Madrugada 2.
Como lo hacían sus compañeros de la infancia en el puerto de Martian. Como lo hacía su padre sin importar que tan inescrupuloso sea su oficio con tal de llevar billetes a la casa… como lo hacía su profesora favorita en aquel recinto tan agobiante y oscuro en el que ella estudiaba. No era cuestión de pensar. Eso era lo último que tendría que hacer…no podía darse el lujo de imaginarse pensando en las distintas posibilidades que le ofrecía aquella supuesta sucursal de la derrota humana. ¿Ya se dan cuenta de lo estúpido que resultaría pensar en esos momentos?
La madrugada llegaría en cualquier momento y la manosearía a su antojo. Las compañeras se alejarían a sus casas. Las tareas hablarían por si solas… la noción se haría menos grata… y la velocidad… sería eternamente… de nuestra protagonista.
jueves, 7 de agosto de 2008
Agua.
Bajo el agua las imágenes se volvían tan innecesarias…la acostumbrada pequeña conversación se volvía casi telepática. Y claro, la noción del tiempo era nula… el espacio… cómodo… la falsa naturaleza… bellísima. Los ojos de ella… tenían lo que parecía ser…cansancio… mi cansancio… …sus hombros… leves… su cintura… muy armoniosa… sus pechos… ya no eran “aburridos”… sus manos… ya no necesitaban ayuda… su voz… no la oía, claro… pero es que su voz… su voz…
Bueno. Esa realidad tan bella… llegó a acabarse. Tarde o temprano… teníamos que regresar al auténtico sueño. Al frío sueño… a la despedida… y al tonto amor…
viernes, 1 de agosto de 2008
Lineas blancas.
Los audífonos estaban malogrados y creía que podría escuchar la música en su cabeza sin mayores problemas. Equivocación casi total. Frente a la carretera, camino hacia donde parecía ser adelante recordando que aún le dolía el cuerpo. “Nervios…”
El primer día que estuvo en ese lugar aprendió su noveno carácter. El segundo día, lo había olvidado. El tercero, no aprendió nada.
Bueno, era de noche en ese momento y no se había acostumbrado a fingir para si, que el frío no afectaba. Era momento de correr… no lo hacía desde la infancia. Al correr ante la gente tenía la extraña sensación de que se burlarían… no lo hacía como dicen las reglas que debería hacerse. Entonces, sin más que pensar, excepto en lo genial que sería intentarlo, corrió. Corrió mucho… podía sentir que el viento entraba a sus oídos y escuchaba la música que la madre de todos tocaba, ahora, para su mente.
Y los postes le luz le daban ánimos a cada paso, las líneas borrosas en el pavimento le decían que su velocidad era de una armonía insuperable. La tierra simplemente descansaba… creyó que su corazón se detendría… y se sintió feliz, sintió inseguridad endemoniádamente cargada de una felicidad bella. Pero el cuerpo le dijo que era hora de detenerse… con la promesa de futura alegría. “Promesas…”. Fue entonces cuando se animó a recordar que tenía dinero en el bolsillo. Y resultó, que no había aprendido nada.
sábado, 26 de julio de 2008
Los Mivitas del sur.
Semoc recorrió casi toda la ciudad antes de encontrar su albergue. Y al fin entre la niebla pudo divisar a Niara. En la esquina de una calle, en la entrada de una casa.
Entró y Niara lo siguió, le preguntó que había para poder comer. Y fue en ese momento en donde Niara se sentó en la mesa y comenzó a llorar. Era un llanto de esos que no se podían parar fácilmente. Tandro, al verla por varios segundos le preguntó que era lo que le sucedía.
viernes, 25 de julio de 2008
¿Cañita? …¿no?... bien.
Al despertar de su sueño, no abrió los ojos. Siguió así un momento seguro de que le faltaba mucho para llegar a su destino y volvió a dormir. Despertó nuevamente y se detuvo a pensar de manera casi consciente en la posible realidad que lo rodeaba. Abrió los ojos…
Lo cierto, era que en el camino había despertado muchas veces, pero se limitaba a seguir con los ojos cerrados. Para que abrirlos decía. Si aún faltaba mucho…
Cuando regrese, si decide hacerlo, ...le tendré preparada una cañita. Pero en realidad quisiera que no llegara a usarla.
jueves, 24 de julio de 2008
Neuronas de humano.
Se perdieron y como me dijo el profesor de biología, no regresarán. “Por eso cuídense del alcohol” decía. Es difícil que las extrañes simplemente porque no quieres aceptar que se fueron. Porque te sentirías como un tonto o quizá hasta un atrasado mental. Y luego te esfuerzas en usar las que te quedan, porque no te queda de otra lastimosamente… no se... Se fueron. Y las que quedan se hacen las importantes. Malditas culpables.
miércoles, 23 de julio de 2008
También un cargador de celular eh.
Que hay por aquí a ver… un CD dentro de una bolsita transparente, una calculadora, una melada, un MP3 con la tapita de un USB, una pila ya sin energía, un verde, un mouse nuevo, una hoja pequeña pegada en la pared, una lámpara y una goma con la tapa atrofiada. A sí, y un criticastro con sueño.
martes, 22 de julio de 2008
Calvo. Calvo.
Hay un personaje verde y calvo con traje amarillo que me está observando desde hace más de dos horas. Él cree que no lo puedo ver debido a que soy una persona. “Es ilógico” debe pensar el muy chismoso.
viernes, 18 de julio de 2008
Brenda.
La encontraron ayer. Mariano se quedó maravillado, realmente ella no sabía lo que tenía. Además era hermosa y le apetecía besarla de manera tranquila. Cielos, ella era la mejor solitaria que había visto en la mejor telaraña.
Radio roja.
Radio cuadrada y roja. Suelo limpio, trapeado. Cortinas transparentando la oscuridad de las casas aledañas. Una mesa de plástico blanca, una maquina de coser. Una melodía casi antigua… unas almas ajenas, aunque, por naturaleza.
La adulta. Sentada al filo de una silla nueva… tenía amaestrado al corazón… aparentemente. Debería esperar la llegada de uno de sus más grandes fracasos, del más grande. Debería esperar… sin respirar, sin palpitar, sin sangrar... Tan solo escuchar… y coser… coser… Que las partes de su alma restantes…no la iban a ayudar.
Patines.
Ahora se pasean por la gran ciudad. Están condenados, pero les interesa un pimiento. Dan vueltas en patines rodeando las piletas más grandes del lugar. No se detienen a insultar a otros peatones ni a golpear levemente a los automóviles. Ya no están solos. Tienen un momento y el momento de disfrutarlo era aquel. La infinidad de tristezas antecedentes en sus vidas, se decidieron olvidar. El cielo es celeste, y así se quedara por lo menos, un para de horas más.
A lo mejor, en una de las esquinas vean a la tristeza pidiendo por su ayuda, la caridad… en dos horas. Ahora, rodean las piletas. Que gusto, es verdad.
jueves, 17 de julio de 2008
Sin.
No le habían pagado… ni un centavo… ni un centavo… regresaba a su departamento… hambrienta… sin nada en el estómago… sin nada en el cuerpo… vacía… y no le habían pagado.
Ahora subía las escaleras por su propia cuenta y los reflejos ya se hacían oscuros. Pena. Dolor… de ambas clases. Se había muerto… por qué se había muerto. Ella lo había cuidado tan bien… tan bien… no fumaba, no inhalaba… y hasta leía. Y aún así… se murió… se… murió… por ello… no le pagaron. Que rabia sentía la pobre… lastimosamente… sin niño… no había dinero… sin dinero… no había. Y el vientre… es vientre.
Ya pues.
La fotografía salió en blanco y negro. Salimos alegres, pero nos mostramos tristes. Tanta decoración… tanto discurso. Ya lo sabíamos todo ¿o no?
Queríamos que terminara rápido. Queríamos estar lo más antes posible en nuestra habitación. Sin embargo la gente seguía hablando y las miradas se posaban en nosotros. Ah… el matrimonio esperado… resultaba ser tan… disolvente. Terminó… y no me acuerdo de las despedidas, no me acuerdo de lo gratificante que fue dicha culminación…y ahora vemos las fotografías, la fotografía de blanco y negro que nos tomó tu sobrino… …es cierto que antes estabas más hermosa…
CLAC.
- ¿Linda? Pudiste llevar el dinero…
- ¿Gustavo?
- No… Héctor…
- A quién se lo llevo…
- Eh… esta bien, mándamelo a mi.
- Uy… momento, voy a hacer pis y vuelvo.
- …bien… bien…
- Espérame jojoooo
- …
- …
- …
- Mier…
- ...Tómate un taxi, yo lo pago aquí ¿si?... Demonios… es que tengo
- Tú lo pagas
- Sí, bueno ya te tengo que cor…
(.)(.)
- Oye Linda, soy Héctor… ¿sólo tenías que entregar el dinero?
- Sí… no se por qué lo quieren enviar, voy a averiguar que sucede. Oye, discúlpame hoy la falla… no sabes, se murieron mis tías… me quedé en chock con la noticia.
- Ah…
- Héctor, te puedo llevar el dinero en… ¿dos horas?
- Está bien, no te preocupes, voy a estar en casa.
- Ya genial. Voy. Cómo vas a hacer con el cadáver…
- El muerto es por persona. Tienes que llevar el tuyo mañana Linda…
- ¡Mieeeerda! Me olvidé… maldita sea… tendré que pedir... tu crees que…
- La verdad…
- Está bien, no, no te preocupes, voy a llamar a Pablo. ¿Cuelgo si? Un beso, adios.
- Cuídate, nos vemos…
(.)(.)
Comedor.
Podía llevarlos por un camino tranquilo mientras se recostaban en el sillón y un sol cansado y anaranjado les caía en los ojos llorosos. Pero ahora que no hay muchos me pregunto si debo dejar que la oscuridad se aparte… tienen miedo, se nota. Simplemente no se que hacer con los que sobrevivimos.
Aquella conejita clara.
Conejo que no salta, pólvora húmeda es. La música ya sonará en tu cabeza oh belleza clara. Los días de tus promociones corporales terminaron para los de barrio. Del negocio de tu amor ya solo me quedan dos fotografías y un colchón. Decenas de palmas te extrañan princesa gris, incluidas las de tus hermanos.
Día de noche.
¡Día llegó! Todos se esconden de las prisiones en el pavimento de colores. Con paciencia. Paciencia. ¿Ni tanta verdad?... vamos por alcohol. Alcohol del bueno bueno.
La preciosa muchacha se ha puesto a gatear entre la atmósfera vertical. Las percusiones se oyen desde lejos... Vamos por imaginación decidida. Imaginación decidida de la buena. Vamos por la muchacha. El baile se vuelve más feroz, no hay que pensar en el no pensamiento. Vamos por vientos frescos. Vientos frescos… de los bien frescos. El pavimento lleno de espasmos viene hacia todos. ¡Viene hacia todos! ¡Todos!... ¡vamos por los ombligos! ¡Vamos por más pavimento! Y que el pavimento vaya por el vamos.
Que la noche, noche no es.
miércoles, 9 de julio de 2008
Pérdida, ´.
Había una vez. Un gusano perdido. Había. Perdido. Gusano.
Perdido, pero buscando. Buscando, pero no tanto. Buscando. No tanto.
Una lombriz, una oruga, una mariposa, otra lombriz, y el gusano. El gusano, perdido.
Perdido porque era un gusano. Y nos damos cuenta de que un gusano, estará siempre perdido. Un gusano decidido es un gusano. Yo encontré una vez al gusano. Era inútil tratar de que él encuentre. El gusano estaba perdido. Perdido. El gusano llegará un día, o algún tiempo. Pero verá que seguirá perdido, en otro lado, pero perdido. Ni la lombriz, ni la oruga, ni la mariposa… ni si quiera la otra lombriz, lloraran. Que pena por el gusano “”.
Desagüe.
Tenía miedo. No debería, él debería causarlo, no sentirlo. Todos habían abandonado la mesa. Empalados. Deseaba en ese momento que sus víctimas aún estuviesen con vida. Con vida, para preguntarles si lo que él veía era real o si era fruto de un organismo corrupto y sucio. De una perversión pervertida por los mismos demonios. De una locura con ganas de llorar. De las carcajadas alcoholizadas y drogadas. De las visiones putrefactas de tantos años de fiel crueldad. El castillo, teñido del más cochino rojo, temblaba tímidamente por pesados segundos.
Catherine.
Las cinco amigas corrían alegremente. Gritaban entre ecos, y reían al verse reír entre ellas. Los árboles ya no las podían ver, y es que ellas corrían alegremente porque se habían alejado de sus penas unos cuantos kilómetros. Sabían que esta era la primera y última vez en que podrían alejarse tanto… estaban tan jubilosas. De pronto una cayó… pero no llegó a acomodar sus ojos hacia el cielo. La segunda cayó y se quedó viendo los vestidos de sus compañeras de alegría. La tercera corrió con todas sus fuerzas, dando las carcajadas más estruendosas que pudo. La cuarta retrocedió entre risas, pero al no querer mirar hacia las primeras, sus lágrimas se trasformaron en las últimas palabras. La quinta, la menos jubilosa, corrió asustada en el sentido contrario. Cerró los ojos, siguió corriendo tropezándose lo menos que pudo. No iba a llegar… no iba a llegar… sentía que las pantorrillas le quemaban, que el cuello se le entumecía, corría lo mejor que podía, pero su cuerpo parecía una estaca en tiempo… a los pocos kilómetros, escuchó una voz… se estremeció y dejó por fin de reír amargamente. Arrepentida… pudo ver a la tercera morir en su presencia, y quiso reír de nuevo.
Ex mortales.
Estaban acostados en el pequeño mueble claro. No era necesario esperar a que el tiempo los apure y les susurre que no podían aguardar al sol. Eran unos cuantos cuartos de hora más… unos menos. Iba a cesar. Llorar era muy adecuado para ella. Observar el techo lo era para él. Mientras más emociones se podían acumular quizá sería mejor… más emociones, más… no tendrían otra oportunidad para abrazarse de la manera en que lo hacían. De entristecer con una sonrisa te título: momentánea. El título al que odiarían, como todos los seres lo hacemos, todos. Y al que buscarían hasta encenizarse mutuamente.
***
¡La rata asesina! Muajajaja…
El hueco de las ratas estaba tapado tan solo con una placa metálica. El desagüe era demasiado ruidoso… tocaba el piano, pero se seguía escuchando el desagüe, pero no a las ratas. Por fortuna… porque odiamos a las ratas. Y esa manera de comunicarse tan horrible… Cerramos la puerta, y el desagüe se seguía oyendo… poco… pero se seguía oyendo. De repente, nos dimos cuenta que si cantábamos y tocábamos el piano no lo escucharíamos. Los cantos nos alegraron la noche. Sin embargo, al voltear a ver la puerta, pude ver, sintiendo un miedo extremo, que una rata estaba con nosotros.
¿Casi?
Sentado en el frío, cercano a una leve fuente de luz... pensaba en cuando fue la primera vez que pensaba de esa misma manera, pensaba en su pensamiento, en su evolución… es un extraña frialdad… en su compasión. Ahora, como muchas veces, no podía darse cuenta. Por eso se sentaba. Por eso se sentaba en el frío. Ya no tenía comunicación alguna. Era, casi el fin, casi…casi. Bastaban solo horas seguramente. Ya no iría contra la voluntad de su imaginación. Riesgo, extrañamente, le importaba… aún así… ya casi era el fin… y valía la pena. Valía la pena pues tomarse por sorpresa, asustarse a si mismo, buscar esa falta de explicación. Sí… en vez de sonreír, podría esperar a que alguien esperara que sonriera. En todo caso, ¿era casi el fin no?... ¿solo faltaban horas no?... y vio que… sin darse cuenta, las horas habían dejado de faltar… hace mucho, mucho tiempo.
Pesadilla muda.
Hay que salvarlos… por favor… hay que hacer algo… ¿Qué no se dan cuenta?... él está en lo suyo… ni si quiera nosotros sabemos en que está… mucho menos ellos…
Por favor… que acaso no me oyen… no hagan de mi petición una pesadilla muda. No lo hagan. Ustedes son algo más que eso… ¡somos más que eso!... vamos… no los hagan llorar… tan solo… ¡mírenlos!... allá no solo hay pobres, muertos o injustos… hay también malvados con pesadillas atormentadoras… sé que me oyen… ¡sé que no sueño!
Por favor. Obsérvenlos y verán su sufrimiento. Sabemos que son millones, y aunque les parezca algo… …por favor… cada uno es… cada uno… …escúchenme… yo no puedo solo. ¿Verdad?... no puedo… ¡vamos!... ¡ellos no están nada bien!, ¡ayúdenme a ayudarlos!... no esperen a que “él” se digne en darse cuenta… “él” está en lo suyo… y no sabemos… no sabemos… ¡qué esperan!... ¡escúchenme!, ¡escúchenme!... ¡escúchenme!... ¡es por ellos… quítense la envidia! ¡Quítensela!... ¡qué somos!, ¡qué somos!... ¡ayuden!... ¡somos ángeles!, ¡somos ángeles!.... somos… somos… somos ángeles… … ¡no puedo ir yo solo allá abajo!… ¡son millones!…
Normal… Eduard.
Un cuarto para las seis. Espero frente a un semáforo con luz roja. En el asiento de mi derecha, hay una bolsa con el desayuno de hoy. En el asiento de atrás, un perro de peluche enorme.
Seis de la mañana. Estaciono el auto frente a mi cochera. Antes de entrar a casa sonrío y pienso en aves sobrevolando el mar… en una taza de café no muy cargada…
Una tarde naranja gris.
De las nubes caía popcorn y en la calle eran las seis de la tarde. Una tarde naranja gris. Un anciano robot aún se acurrucaba bajo el techo de su casa. De pronto creyó ver a Damra. No. El oxidado y senil robot miraba confuso las páginas verdes del libro familiar. Ahora estaba deseoso de no controlar la belleza de su ira. Damra se había ido con.
Eran celos, no cabía duda, eran los mañosos celos.
Afuera, era cierto que las nubes lanzaban popcorn, las calles estaban infectadas de tiza amarilla y neuronas incoloras. No había por que quejarse.
Rápidamente se vistió. Damra en un rincón ya se encontraba sin prenda alguna.
Las paredes tenías almohadas gigantes, y había algunos inodoros en las siete esquinas del antro. Pasó mucho tiempo para que los celestes ojos del anciano robot se cruzaran con los de Damra. La música no era la correcta, pero no perdería su oportunidad. Sin embargo Damra escupió en su cara, grasa, excremento y vacío. Bueno, nuestro protagonista le corto el cuello. Su sangre… sin comentarios. Se sintió tan odiado…
Así que observado y con sangre en sus circuitos presentó su carta de renuncia. Su jefe le pide una última sesión de sexo, y el anciano robot se quedó para nunca más volver a casa, con Damra, con la ex Damra.
Bonita.
Es como una gota de agua no tan limpia, una gota de lluvia, eso es. Una gota que cae del cielo, de las nubes más irritables. Una gota que se cayó en el barro, y junto a mucho lodo, es difícil hallarla. Cuando haces contacto… te sientes alegre… pero no te sientes completo. Ella es así. Como esa gota en el barro, una gota perdida. Una gota, no limpia, una gota que no se debe purificar, una gota que quiere ser lágrima, pero nunca lo será.
Piano un, dos, tres, un.
Estaba por encontrarlo… el espacio se hizo, por un tiempo,… perfecto. Su mujer adorada había salido por la puerta trasera. La luz de las ventanas tenía sabor… sabor…
Una nota musical… el color de los párpados… esta vez… totalmente…irrelevante.
Droga… y… alegría por…. Si. Por estos segundos. Ahora se veía feliz. Se veía armonioso. Si, eran las cuatro de la tarde. No, no había preocupaciones. Podía estar lloviendo, y no existiría humedad. Humedad, la palabra se parece desequilibrar al compás de la felicidad en aquella habitación. En aquella habitación… de pronto, darse cuenta… de que aún estaba encerrado.
Si, era enero…y las notas caen… suben y caen… como la humanidad cuando juega en el patio del vecino. La última, diez segundos…. La última. Una almohada.
martes, 8 de julio de 2008
El sombrero azul.
Arma en la chaqueta, bastón en la mano. Tim se comió la última hamburguesa de la mesa de su hermana. Se puso el pequeño sombrero azul y humedeció su rostro. Dijo adiós, dijo hasta luego.
Las escaleras débiles lo sienten presente. La gentuza lo saluda. El perro amarillo le ladra, el perro verde le ladra. Verde y amarillo es el camino, es de mañana, y el bastón brilla. Arma aún duerme.
Pocas cuadras, pocos ojos, qué pues, son las seis de la mañana. Se aleja de los mañaneros, se acerca a la gente. Toca el timbre número uno.
Hola que tal, alo Tim, hola que tal. Como están ustedes, yo soy Tim, él es Tim. Donde está J.P. preguntaba. Arma dormía.
Caminata apurada en el pasadizo, se siente la música, la música, oh… Bastón en mano, el bastón en mano.
Au… sangre en la cabeza, au… sangre en la cara. Au… me gusta tu rostro ahora. Tim empieza a sentir que aún está ebrio, que no comió la hamburguesa, oh, ahora golpea. Nadie puede contra él. Nadie puede puede puede contra él. Nadie puede puede puede puede contra él. Palmadas que sombrean a la música. El arma duerme, pobre, son las seis de la mañana, esta todo bien. Oh, está bien.
Temprano.
Ella aceptó la pequeña flor intocable. Los columpios indecisos aún parecían estar quietos. Pablo buscó entre los papeles de su descocido bolsillo hasta encontrar el anillo. Jacqueline se acomodó lo que le quedaba de cabello y se quedó observando la lejana montaña azul. La arena y el vidrio en sus manos ya no le incomodaban. Los ojos de Pablo la encontraron. Sus brazos, los cuatro, se esforzaban por mantenerse casi juntos. “Un…” no Jacqueline, sin palabras… Su anular era muy delgado para la vieja joya. Los cuatro ojos se volvieron nuevamente a la montaña azul. No encontraban palabras, y dejaron de esforzarse por encontrarlas. Era su tiempo, su lugar, sus columpios, sus árboles, su montaña… Aún había un pedazo de mundo para una muy joven pareja de cadáveres. Para un primer, temprano y último amor.
Era su momento, antes de que les llegara un juicio irracional. Sí, se habían encontrado. Habían caminado el pequeño corredor del destartalado autobús. Habían bajado y por fin llegaron sin preocupación alguna a un parque. Un parque con eso que ellos ya no poseían pero anhelaban poseer, vida.
***
Pablo estaba sentado con su madre. De su asiento, podía ver a la niña más hermosa que había visto en su graciosa vida. “Y qué si me paro y voy a hablarle… antes de que el autobús llegue a.”
Los ojos de Jacqueline estaban hospedados en sus rodillas, pero vivían en Pablo. “Me está viendo… ¿se habrá dado cuenta de quién soy?... ¿Se habrá dado cuenta?…”
La vista del conductor de aquél autobús, ajena a un destino con vida, se perdía…
“Como se llamará… si fuera mi novia le regalaría… …ese anillo” Pablo veía el anillo de una mujer cercana a él.
“Me está viendo… ¿se habrá dado cuenta de quién soy?... ¿Se habrá dado cuenta?…”
La vista del conductor de aquél autobús, ajena a un destino con vida, se perdió…
Los diversos cuerpos, pasajeros de aquel vehículo dejaron de funcionar sin siquiera percibir la brisa de sus conciencias. El despertador de la muerte tocó… Pablo y Jacqueline decidieron escapar aunque sea por unos minutos… “Espérame afuera… que voy por un anillo”
martes, 17 de junio de 2008
De los trompos, a los trompos.
Dan vueltas… vueltas… vueltas… esos incrédulos. Si, están juntos ahora, duermen allá… duermen…dicen ellos. El insustancial sentimiento me invade y me encoleriza. Ya se para qué no tengo que preguntar sobre eso…eso pues. Nada dejé, Y mañana, mañana se entrega, disculpa, disculpas, muchas a los que creen en. En pues. Que importan los incrédulos que dan vueltas, allá afuera el mundo se acaba. Se acaba pues. Aunque,… no… ni modo, se acaba pues.
lunes, 16 de junio de 2008
"938…"
Lavándome los dientes, me vi en el espejo y pensé. En. Escribo en un papel nuevo y un audífono no funciona… ya no te pienso, ya para qué, me digo. Un vaso resentido, un vaso tonto. . Te extraño de vez en cuando. Observo mi casa, pienso en ti… nunca tuvimos lo que se debía tener.
Que importa ya el espejo, que importa esa “pasta dental”… ocho números… incongruencias telefónicas. Llamo, y me convenzo de que no lo hice. Que puedo decir… ¿ya veremos? Exacto.
Ni la más mínima idea… no se si estás borracha… no se si estás con cólera…. Es lo más probable,… te quiero mucho, pero no lo digo de verdad… lo sabes. No lo digo de verdad, lo sabes.
Sueño extraño… y es porque en realidad no lo hago… me arrepentiré de haber escrito esto, me arrepentiré de haberte mandado esta cojudes al buzón,…me arrepentiré más.
No te quiero… pero necesito ese beso tuyo, una mirada, esa de las estúpidas… una respuesta abierta… el “te amo” nuevamente.
Ya, lo siento, no me acuerdo de mi número, pero se cuál es la dirección de nuestro llanto ¿nuestro llanto? Te quiero… pero olvidémoslo hoy. Olvidémoslo mañana. La.