Solo tengo el presente ahora. Estás tú, tu poca ruidosa voz, y tu pequeña pandereta. El flourecente prendido, el afuera callado. Mi dolor de cabeza se convierte en sueño, tu cariño se vuelve amabilidad y tus zapatos hacen juego con mis orejas. Ya olvidaste a las cucarachas de cámara lenta, ya olvidaste mi saliva. Demuéstrame que no puedes demostrarme nada. Quédate en esta silla y bésate los labios.
A ya me voy pues. Deja el resto de tus ojos sobre la mesa, no apagues la luz hasta que me muera. ¡Ey! no apagues la luz hasta que me muera.
4 comentarios:
yo toque fondo.
oye papi, "te extrañare"
mejor es irse a dormir.
Si te mueres ¿cómo sabes si la pagó o no? jojo
eres tu el verde de mi amiga ninfa cafeinomsna? que tengas un lindo dia y bienvenido a los blogeros!!
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