jueves, 11 de diciembre de 2008

En el suelo.

Los cuartos suenan apenas. Hubo otra explosión hoy. A pesar de saber que me sentiré mal, estoy encantado de haber ladrado, destruido y golpeado todo lo que estuvo a mí al rededor. Estoy encantado de haber causado pánico. Las almas ahora transitan y se deslizan temerosas esperando una reacción mía que les indique que pueden aproximarse, que pueden hablarme, que pueden pedirme. Ese temblor. Ese rojo. O si, es magnífico.

** Vamos, ¡que vivan las puertas golpeadas!

1 comentario:

Pamela Caballero dijo...

...A pesar de saber que me sentiré mal, estoy encantado de haber ladrado, destruido y golpeado todo lo que estuvo a mí al rededor. Estoy encantado de haber causado pánico... simplemente Genial.