sábado, 27 de diciembre de 2008

No pudo.

Pidió un vino y se tragó el corcho. El insistía en que era parte de su propio ritual, todos volteábamos a verlo, atendíamos, si… No vivió para tomarse el vino. Cada uno se sirvió en una copa, solo unos pocos se lo tragaron con vidrio y todo. Era vino seco.

3 comentarios:

Jimmy dijo...

Me ha dado risa ése jajajajaja. Joder, lo que se hace con el corcho.

remei dijo...

Oye, tienes una lista abajo a la derecha de blogs que han actualizado.
¿Cómo lo has hecho?

pelicanopitekus dijo...

A esos es lo que les llaman:
"Gargantas de lata".
Saludos