domingo, 14 de diciembre de 2008

Madrugada uno.

El sudor en mi frente me distrae. Creo, solo creo, escuchar que alguien me llama. Pero no me destaparé los oídos. Me concentro, si.
Supongo que debe oler mal. El sueño se excita con las desapariciones. La memoria de esta pobre. La memoria de esta pobre me cubre de las lágrimas del planeta. El sudor me tienta. Se desparrama, se pudre. Puedo dormir en tus muslos. No se acerquen, vayan a llenar los costales con más alegría, con más placeres. Mi confesión se aproxima.

2 comentarios:

pelicanopitekus dijo...

Hecha pa fuera,aquí esta mi paila voyeur.

You're not in this alone dijo...

En la cumbre, ah?
Genial escrito.