martes, 30 de diciembre de 2008

El envidioso que se quedaba calvo.

Caminó hacia su casa, solo. A pesar de todo José, su hijo, le había causado desdicha a cierta parte de su vieja vida. Sus antiguos compañeros, sus antiguas mujeres, estaban tras él, gozando un poco el final de aquel difícil día. José volvería a casa en diez minutos y no tenía la llave del cuarto en donde vivían. Cinco años, que rápido ha crecido el enano. Ahora Benito observaba sus manos con temor a que vuelvan a temblar, no quería verse al espejo. “Me estoy quedando calvo”. Lo cierto es que la vida terminaba unas cuadras más allá y aún podía llevar a su hijo de la mano. “Malditos sean lo que tienen dinero” pesaba… “malditos sean los que tienen juventud”, “José… te quiero hijo… pero si pudiéramos cambiar de edad… lo siento… no lo dudaría un segundo…”

4 comentarios:

Lena yau dijo...

jajajaja!

Feliz 2009, Verde!

Que tus sueños se cumplan!

Un abrazo desde Madrid!

Pammy dijo...

Buena manera historia para cerrar el 2008 ;) Que la pases super querido Verde! Ya nos seguimos leyendo el 2009 ...
Feliz año nuevo!!!!!!!

pelicanopitekus dijo...

Saludos VERDE.
¡¡¡FELIZ AÑO "NUEVE"!!!

Belomancia dijo...

"Lo cierto es que la vida terminaba unas cuadras más allá y aún podía llevar a su hijo de la mano."

Me pregunto si al doblar la penúltima cuadra podré vivir un poco más.