domingo, 28 de diciembre de 2008

Tú, yo y tú.

Acostado en tu cuello, descanso. Tu cabello está en mi cielo, tus espejos en mis lagunas, lagunas de cansancio. Estamos aquí porque no hay nadie. Estamos aquí porque el sol quema allá afuera, porque estamos lejos, porque estamos cómodos. Es de tarde, no es la hora de la siesta, ni la hora de recoger las cosas e irnos al mundo. Es tu cuello, son mis pensamientos, los que nos tienen en el instante de un placer… Recostarnos, imaginar…

1 comentario:

remei dijo...

Sí, ya lo he visto.
¡Gracias!