jueves, 14 de agosto de 2008

Cuenta.

Porque yo me puedo entristecer por lo que yo quiera… puedo sacarle una tarjeta roja a mis lágrimas si quiero… puedo sentarme en mis piernas y darme cuenta que he mentido sobre mi inmunidad a estos sentimientos repentinos. Di lo que quieras chatarra… aún choca… y no choca leve… ¿ya recuerdas?... las noches de dolores de cabeza regresarán… ¡regresarán! Y esta vez no tendrás el tiempo para planear algo… depende solo de ella. Que pena por la naturaleza caprichosa… que pena por la reina… ya estuvimos en este hueco… y como siempre… “no es asunto mío”… y si no lo es… ¿por qué tiene que dolerme?... estúpidos cargos… estúpidos mil veces. Ahora esto es de todos… aunque no quieras… y nos afecte (fríamente…) se terminó… esas dos palabras estaban ya. Ya.

No hay comentarios.: