jueves, 7 de agosto de 2008

Agua.


Bajo el agua las imágenes se volvían tan innecesarias…la acostumbrada pequeña conversación se volvía casi telepática. Y claro, la noción del tiempo era nula… el espacio… cómodo… la falsa naturaleza… bellísima. Los ojos de ella… tenían lo que parecía ser…cansancio… mi cansancio… …sus hombros… leves… su cintura… muy armoniosa… sus pechos… ya no eran “aburridos”… sus manos… ya no necesitaban ayuda… su voz… no la oía, claro… pero es que su voz… su voz…

Bueno.
Esa realidad tan bella… llegó a acabarse. Tarde o temprano… teníamos que regresar al auténtico sueño. Al frío sueño… a la despedida… y al tonto amor…

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