jueves, 28 de agosto de 2008

¿Ya basta no? ¿Ya basta no? ¿Ya basta no?

Los paréntesis se hicieron más grandes y ya no se le podía decir a la certeza: incierta. Había marcha atrás, se notaba. Tuvieron que pasar dos horas más para que se dieran cuenta de que la cordura dejaba de encapricharse. Frenar no era la opción divertida. Se habían acostumbrado a vivir entre toda esa putrefacción de un olor aparentemente normal. Se habían acostumbrado tanto que cuando un incomprendido tiempo hizo su aparición ya todo flotaba muy lejos de nosotros.

4 comentarios:

maría manzanilla dijo...

jaja, permiso otorgado (?)

pelicanopitekus dijo...

La certeza:Incierta.¡Vaya ensamble!
Verde,como dicen los cubanos:
"Austé hay que ingresarlo".
A propósito de la revelación de su nacionalidad,debo confesar mi admiración por las letras peruanas.
Dos botones de muestra:Alfredo Bryce Echenique y Edgar Ohara.
Llevo el vals y la marinera en un rincón cholo de mi corazón.
Hasta pronto.

i r i s e s dijo...

puse un comentario antes, no sé si lo vio. Luego me arrepentí de lo que puse. Ummm, es que me pareció bastante similar la situación. Similar a una imagen de mi pasado... Y lástima y bien al mismo tiempo.

Usted es Martín?

VERDE dijo...

Lo vi. Me agrado. Gracias a ustedes. Saludos y sonrisas.