lunes, 18 de agosto de 2008

Una cursilería bastarda pero ya sabrás pues.

Ahora mismo… me importa que estés haciendo. Ya se que no he mostrado interés en ti hace muchos meses, que me aborté de tu vida con una amargura no muy definida. Creí que pensaste que resulté siendo para ti un mentiroso. Luego, pensé que tú te echabas la culpa y me dije “ey, no estoy tan equivocado después de todo…” sin embargo, ha pasado tiempo. Tú sabes que ha pasado tiempo. Y te extraño. Es una roca lo que acabo de escribir, pero es cierto. Te extraño. Y lo escribirlo no solamente para decir que hice algo por disminuir mi preocupación. Tú preocupación. Nuestra… mutua.

*

Hoy no estuviste presente físicamente. Hace meses que no haces presencia ni si quiera telepática mente. Y creo que habrá tiempo de sobra para que siga preocupándome. Pero no preguntaré por ti. ¿Por qué? Porque no quiero. Aja… por eso. Pero, no te demores. Por favor.

1 comentario:

maría manzanilla dijo...

mmm qué contradictorio.
como solía decir antes: el orgullo no sirve ni para hacer té, y mucho menos hacer tú. (ok, no tiene mucho sentido, pero va por ahi con lo que escribiste, ja)