Al despertar de su sueño, no abrió los ojos. Siguió así un momento seguro de que le faltaba mucho para llegar a su destino y volvió a dormir. Despertó nuevamente y se detuvo a pensar de manera casi consciente en la posible realidad que lo rodeaba. Abrió los ojos…
Lo cierto, era que en el camino había despertado muchas veces, pero se limitaba a seguir con los ojos cerrados. Para que abrirlos decía. Si aún faltaba mucho…
Cuando regrese, si decide hacerlo, ...le tendré preparada una cañita. Pero en realidad quisiera que no llegara a usarla.
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