miércoles, 9 de julio de 2008

¡La rata asesina! Muajajaja…

El hueco de las ratas estaba tapado tan solo con una placa metálica. El desagüe era demasiado ruidoso… tocaba el piano, pero se seguía escuchando el desagüe, pero no a las ratas. Por fortuna… porque odiamos a las ratas. Y esa manera de comunicarse tan horrible… Cerramos la puerta, y el desagüe se seguía oyendo… poco… pero se seguía oyendo. De repente, nos dimos cuenta que si cantábamos y tocábamos el piano no lo escucharíamos. Los cantos nos alegraron la noche. Sin embargo, al voltear a ver la puerta, pude ver, sintiendo un miedo extremo, que una rata estaba con nosotros.

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