viernes, 18 de julio de 2008

Radio roja.

Radio cuadrada y roja. Suelo limpio, trapeado. Cortinas transparentando la oscuridad de las casas aledañas. Una mesa de plástico blanca, una maquina de coser. Una melodía casi antigua… unas almas ajenas, aunque, por naturaleza.

La adulta. Sentada al filo de una silla nueva… tenía amaestrado al corazón… aparentemente. Debería esperar la llegada de uno de sus más grandes fracasos, del más grande. Debería esperar… sin respirar, sin palpitar, sin sangrar... Tan solo escuchar… y coser… coser… Que las partes de su alma restantes…no la iban a ayudar.

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