domingo, 16 de agosto de 2009

Amarillento.

Hoy terminé con mi ella. Hoy fui a la casa de mi amante y la bese con ansias en los ojos. Hoy me prometí no fallar a nadie. Veo el nuevo techo de mi departamento, el nuevo fluorescente, veo… que tengo nuevas distracciones. Aquel espejo ha ido envejeciendo tanto… ha ido perdiendo brillo… ha ido perdiendo alma. Tengo ganas de llamar a mi madre y decirle que soy un buen hijo, deseo hacerle el amor a la chica de la que una vez estuve enamorado (ella), muero de ganas de empezar a leer el libro que acabo de devolver. Tengo hambre. No hay nada para comer en la cocina y me voy a quedar dormido en la ducha… no puede ser posible esto. No, cómo no va a poder ser posible.

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