domingo, 27 de abril de 2008

A kilómetros de Firimifina.

Firimifina estaba a varios kilómetros de mi cama.

Una lámpara que ya quería descansar, me pedía que no marcara su número.

Seis, ocho, nueve, cinco, tres, tres… “Tuuuuu,…tuuuuu”

Su cama estaba a kilómetros de mí.

Los kilómetros, a kilómetros de mis ilusiones.

Mis ilusiones, a kilómetros de la realidad, de la realidad de Firimifina.

Firimifina… Firimifina, debe estar profundamente dormida. Debe ser… debe, y no.

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