sábado, 26 de abril de 2008

Si, el diamante suave.

Un violador de mujeres se acostó a la orilla de un pantano. Un violador de mujeres empezó a sangrar.

Una prostituta abortó al perro de sus entrañas. Y en el pantano unas lágrimas, no merecidas, empezaron a desaparecer.

1 comentario:

Adrii dijo...

wow...
eres muy profunda...
me gsutaria saber como asi encontraste mi Blog
besoos