miércoles, 15 de abril de 2009

Castillo sucio.

Mi espalda se vuelve fría y sucia en tu suelo de cemento, convulsiono mientras te observo, estás perdida, lo sabes. Afuera ladra tu chusco, adentro maúlla tu engreída. Estás perdida, estás perdida. Mi muerte te tiene en sus manos, tu terror me tiene en sus manos. Debí amarte más temprano hoy, debí amarte antes del almuerzo, que pena pues.

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