jueves, 1 de mayo de 2008

La cocina apagada...

Tres de la madrugada. En el cuarto estaba Isabel, semidesnuda, abrigándose con una sábana delgada. Afuera, el cadáver de su esposo estaba a la oscuridad de la cocina.

A 20 kilómetros de la casa, Bernardo hacía rechinar las llantas de su nuevo auto en las esquinas cerradas de la ciudad “Morena”.

El timbre chilla. Isabel da un salto del susto. Se queda mirando el vació, pensando. De pronto escucha que tocan a la puerta de la sala.

Muerta de miedo, abre la puerta de su cuarto. Y se asoma. La luz de la sala estaba apagada. La persona que tocaba quizá piense que no había corrietnte eléctrica. El timbre vuelve a chillar.

Antes de que Isabel decidiera abrir la boca para preguntar quien era. Oye la voz de su cuñado, Gonzalo. “Maldición, tenía que ser justo este maldito loco.”

Gonzalo volvió a hablar. “¿Hay alguien? Marcos… se que no me querías ver hoy pendejo... pero no tengo a donde ir. La perra de Cintia me echó de su departamento. A penas y pude sacar alguna de mis cosas… ¡Mario!,… Vamos, se que estás ahí, no seas grosero, ábreme la puta puerta.”

“Carajo”, “Vete.”Pensaba Isabel. Pero no se fue. “Mario, si estás ebrio, que es lo más probable, y solo me estas escuchando de la manera en que escuchas a nuestra madre… me voy a enojar mucho pendejo… ¡Mario!, carajo…”

Isabel, entró a la cocina en busca de su cuchillo. Si Gonzalo, se enteraba de lo que había pasado con su hermano menor… seguramente se desquiciaría. Gonzalo le tenía mucha cólera a Isabel. “Trato de violarme una vez.”

“Mira Mario. Me vas a disculpar, pero tengo mucho sueño, y necesito una cama. Voy a entrar ¿ok?, no pasa nada… yo pagaré tu puerta. Pero mira que es por tu falta de amabilidad... ¡Carajo no bromeo!"

Isabel podía escuchar el cerrojo moviéndose. Él entraría en cualquier momento. “Bernardo, apúrate, apurate.”

A 19 kilómetros, Bernardo se encontraba con un agujero en la cabeza. El carro estaba estrellado contra una pared. La música de su radio seguía sonando fuertemente. La calle estaba desierta. La luna hacía ver la sangre color negro.

1 comentario:

Adrii dijo...

wow eres un artista...
x ahi lei un coment tuyo
preguntandome si era es el uniko q me los dejaba
y bueno podria decir q si
xq en realidad no paso esto a todo el mundo
y de lo q yo se solo una de mis migas me deja coments... xq ella tiene cuenta y bueno...
jaja
pero iwal gracias por dejarlos...



esta entrada es muy buena... sigue escribiendo asi...



adri