viernes, 6 de junio de 2008

Otra cabeza muy perdida.

No era cualquier día. Ella insiste en que si. Pero yo se que no era como cualquier día.
Estaba preciosa como se supone que debería estar. Sin embargo debió haber sucedido algo, algo que no habíamos recordado, pero sin duda lo habíamos planeado. No tenía un calendario en mi bolsillo verde como es de costumbre, pero no me hacía falta uno, era claro todo, ella viendo televisión a bajo volumen. No me observó, no noté su respiración, el mantel de la cómoda no estaba. Tuve un recuerdo próximo a una conversación sobre golpes en los senos de una mujer. Mi cerebro tuvo el recuerdo próximo a imágenes de cuellos, manos, colmillos, bellos. Decidí regresar a la cocina, pero todo estaba sucio. En el garaje guardaba clavos…

En nuestra cama la menstruación fue muy cómica. (Risas)… (Gemidos de pena).

Ella no quiere testificar sobre mi cabeza. Todos aquí me dicen que me deje de hacer el idiota. Me golpean y hablan sobre un especialista, sobre una amenaza, sobre mi martillo y mis clavos, sobre mi princesa rojita… y muy de lejos sobre muchos de mis sueños y recuerdos.

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