Y aquí estábamos. El viejo y yo. Dos policías cansados, casi confundidos. Margaret había desaparecido en aquel lago artificial junto a cincuenta almas más. El 3166 estaba intacto, el puente de huesos, así le llamaban. La habíamos visto por última vez ahí, parecía contenta, observaba la fresca ciudad. Veo la HORA, ya va a amanecer, debemos bajar y ocultarnos. Nuestra vida se huele a distancia. “Déjame un momento más, noto algo diferente en el puente de huesos”. Dejo a mi compañero, discutir con él es en vano ahora. Tengo dos hijos, no me quiero demorar. Margaret, extrañaremos tus uñas.
4 comentarios:
"Nuestra vida huele a distancia", buena frase...
Verde, sabés que me gustan tus escritos, dan para interpretaciones varias. Te sigo leyendo.
Un beso grande y todo mi cariño.
Féliz Navidad y mejor comienzo de año...
Feliz navidad Verde. Tus historias atrapan. próposito de año nuevo: venirte a ver más
Un abrazo
No te las comas!!!!
Es un cuerpo gris bañando levemente por las aguas bajo el puente de huesos.
Publicar un comentario